Perfiles Urbanos
Con sus 12 años de experiencia

Con creatividad y profesionalismo, la bartender correntina Joana Mereles se destaca por sus cócteles únicos en la región

Joana es bióloga, y utiliza la biología, como un complemento más a su profesión como bartender
Joana prepara los cocteles más deliciosos de la región.
Joana Mereles desde hace 12 años es bartender en Corrientes.
Joana nació en Asunción del Paraguay, pero desde bebé vino a vivir a Corrientes, porque su madre es correntina.

La bartender correntina Joana Mereles, de profesión bióloga, tiene 34 años, y desde hace 12 años está en el rubro en el que aporta creatividad y conocimientos a través de versiones únicas de cocteles en bares de la región.

La más conocida es receta de gin tonic, en la que utiliza un agua tónica de elaboración propia que reemplaza la quinina con raíz de tutía. Actualmente Mereles lleva su pasión investigativa a la coctelería en Ferro Restaurante, ubicado cerca de la localidad de Santa Ana, en la ciudad de Corrientes.

En un diálogo exclusivo con la sección de Perfiles Urbanos de NOVA, Joana Mereles contó cómo fueron sus inicios en esta profesión de bartender que la apasiona; cuáles son sus bondades, y todo lo que aprendió a lo largo de su vasta trayectoria en las coctelerias, de Corrientes, Resistencia y todo el país. Aunque ella dice que “aún le quedan muchas barras por recorrer hasta tener lo suyo”.

“Ser bartender me enseñó en ser hospitalaria con las personas, no solo con los clientes, si no en la vida cotidiana. Siento que tenes una linda llegada, genuina y natural con las personas. Ser amable hoy en día parece que es algo inusual y creo que si aplicamos eso en todos los ámbitos el mundo podría ser mejor”, comenzó su relato entre risas.

“Estando en las barras, atendiendo a las personas, relacionarte con un gran grupo de compañeros con sus diferentes historias, sueños, planes o proyecciones me hizo que me enamore de esta gran industria”, contó.

Al ser consultada por qué eligió este oficio, Joana expresó: “Elegí ser bartender porque así lo quise, terminé mis estudios, completé y cerré ese ciclo con la biología y agradezco de esa gran herramienta que me dio la universidad, mi carrera de poder fusionar lo que sé de la botánica y sus usos en mi coctelería.

Entendí que mi campo de estudio son los bares, no me quería ver sentada en un escritorio escribiendo pappers y pappers, quiero estar escribiendo y haciendo recetas”.

“Me enseñó mucho en ser más humana, empática y amable con las personas. Y si esos valores lo llevas al equipo de trabajo, hace que funcionen los lugares gastronómicos”, destacó.

Con respecto a cómo fueron sus comienzos en este oficio, la bartender correntina relató: “Siempre digo que una cosa llevó a la otra. Empecé a trabajar a los 22 años en los boliches (me recorrí todos los de Corrientes y de Resistencia) por una cuestión de poder pagar mis estudios porque era un laburo de medio tiempo, pero siempre tienen su, pero, la sordera y así fue, estuve trabajando en ese rubro 7 años. Hasta que un día dije: ya no más, quería cambiar de trabajo y así fue. Un día preparé mis curriculum y muy determinada me dije: hoy consigo laburo, presente CV en cafeterías y hasta en el museo de Ciencias Naturales (porque en ese tiempo ya era una estudiante avanzada en biología). Me acuerdo que me acerque al museo y pregunte a una señora si estaba la directora de ese lugar y ella muy amable me dijo que no estaba, pero si estaba buscando trabajo en la cafetería de enfrente estaban tomando personal para el nuevo bar que se estaba por abrir, y me presente a la entrevista. Ya lo visualicé y a la semana me llamaron. Mi primera barra profesional fue en Animal bar y desde ahí ya no paré hasta el día de hoy”, contó.

La pregunta que no podía faltar para Joana era ¿qué tiene en cuenta a la hora de elaborar un cóctel? Y respondió: “Cuando creo un cóctel primero tengo que tener inspiración y eso no es tarea fácil. Porque la inspiración es tan efímera que si no tengo mi librito de recetas se me va la idea. Es así que parto de esa idea y empiezo a investigar y revisar pappers científicos acerca de esa especie de planta, consuelo su nombre científico si no puedo identificar recurro a especialistas sobre el tema, soy Bióloga, pero no me sé el nombre de todas las plantas. Eso, por un lado, por el otro se la estructura de un cóctel clásico y le cambio o como yo digo: le doy una pequeña vueltita de tuerca”, conto entre risas Joana a esta sección.

En cuanto a si tiene una receta única para el gin tónic dijo: “Por favor: Hielo, una buena tónica con gas y limón”. Aunque mencionó que de los cocteles que prepara, el Cynar litoraleño es el cóctel que creo que a los que tuvieron la oportunidad de probar tuvo una excelente aceptación”, remarcó.

En este contexto, la bartender correntina contó que actualmente está trabajando en Ferro restaurante km 43, antes de llegar a la localidad correntina de Santa Ana. “Un hermoso lugar donde nos enfocamos muchos en brindar una linda experiencia y Hospitalidad con los clientes. Con una linda propuesta gastronómica y de coctelería. Estoy desde su inauguración, en mayo del año pasado”.

¿Es rentable en la actualidad tu oficio?

"¿Como bióloga? No sé, pero como bartender es verdad que es un trabajo no para cualquiera, que te pagan por jornadas y a veces no estás en blanco. También implica trabajar muchas horas estando parados, te alimentas mal, en su mayoría trabajas de noche, bajo estrés, no es sólo hacer cócteles y sacarse fotos. Parte del 70 por ciento del trabajo es limpieza de la barra, cargar heladeras, herramientas, hacer producción, armar pedidos. Pasé por muchos trabajos donde me pagaban muy poco, pero también ahí yo no tenía tanta experiencia, no tenía herramientas, conocimiento, pero me gustaba lo que hacía, pero también me decía a mí misma: ¿por un trabajo donde me pagan muy mal, donde me sentía explotada y hasta a veces mal tratada no voy a odiar la coctelería? Y si algo siempre tuve presente es que, si no me sentía cómoda en algún lugar, me retiraba por la puerta grande, total tengo una cabeza y mis dos manos para seguir trabajando", respondió.

Y siguió: Hoy por hoy en mi situación, siento que ya toqué techo y a veces por más que te paguen muy bien en un lugar, pero no te sientes satisfecha es porque te tenes que mover de tu maldita zona de confort. Y es así en la industria gastronómica cuando una quiere seguir creciendo".

Por otra parte, consideró que “el hecho de haber estudiado una carrera, como en este caso la biología, es un complemento más a mi profesión como bartender. Yo siempre fui curiosa, antes de estudiar biología y de hecho la carrera en sí nos da esas herramientas de investigar y buscar soluciones para la comunidad, yo eso lo llevo conmigo en el bar”.

Por su pasión investigativa fue convocada en la Gin tonic week que se hace una vez al año en octubre. “Gente de la reconocida marca internacional como Bulldog me convocaron para aportar mi granito de arena en una reversión local y es así que me centré más en el agua tónica haciendo una de Tutiá, una maleza que la tenemos por doquier y con un gran potencial de usos comestibles y medicinal. Salió en todas las revistas gourmet del país junto a otras reversiones que hicieron otros colegas bartenders que admiro y respeto mucho”. A la hora de hacer sus recetas de cocteles dijo: “Utilizo de todo, hojas, frutos, tallos y raíces en mis recetas de mi contexto, cualquier plantita que llame mi atención”.

Para finalizar, Joana Mereles instó a que su ejemplo sirva de inspiración para muchos. Yo desde el lugar que elegí estar quiero profesionalizar nuestro rubro y a los que empiezan en este rubro que no se queden, que sigan mirando hacia adelante. Que sean pacientes, humildes por sobre todas las cosas y que lean, estudien coctelería”, cerró la entrevista entre risas la bartender correntina, reconocida a nivel nacional.

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