Silvina la artista que despertó su pensamiento crítico en lo político y social con sus pinceladas en contextos duros
La correntina Silvina Esquivel de 36 años se dedica al arte muralista en la región, pero actualmente está viviendo en Chile, en el marco de un proyecto relacionado a la pintura que la impulsa a viajar en busca de sus sueños. Una mujer que siempre necesitó de las artes para atravesar la vida, entenderla y plasmar en sus pinturas sobre la cultura, la cosmovisión, la flora y la fauna, la mitología de los lugares, en general dando un papel protagónico siempre la mujer, reivindicando su fuerza y poder.
Siles, así como firma sus pinturas, contó a la sección de Perfiles Urbanos de NOVA, que comenzó a pintar en general en el año 2017, “de la mano de la pintura llegó el mural de a poquito, y en el 2020 decidí dedicarme casi completamente al mural como forma de expresión y de vida”, relato al artista.
Contó que “además de pintar murales, soy diseñadora gráfica, pero desde hace varios años soy tallerista en Vientos de Libertad Disidencias, en el barrio La Vizcacha, donde soy parte de un equipo hermoso que acompaña a jóvenes con problemáticas de consumo, donde buscamos acompañar esta transformación en sus vidas desde todos los aspectos y por suerte también entra el arte como herramienta de ese cambio y como parte de la salud comunitaria.
Es de mencionar que Vientos de Libertad es una rama del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), parte de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Se trata de una organización comunitaria, social y política que brinda un acompañamiento integral a lxs pibxs de barrios populares con problemáticas de consumo que deciden hacer un proceso de transformación.
El muralismo
En cuanto a qué la llevó a dedicarse al arte muralista, Silvina dijo que “este arte fue el lugar que encontré, donde sentí que los caminos que a mí me interesaban explorar podían combinarse en una actividad. Siempre necesité de las artes para atravesar la vida y para entenderla; mi primer acercamiento a las artes fue la música y la escritura, y más tarde llegó la pintura, que era una especie de materia pendiente”.
“Por otro lado, siempre tuve la idea de que mi medio de vida tenga que ver con trabajar con otros. Lo primero que estudié de hecho fue odontología porque tenía esa vocación de servicio, pero no lo termine, y cuando descubrí el muralismo fue integrar las dos cosas que más me movilizaban por dentro”, relató.
Por otra parte, destacó que “el mural también me regaló el viaje y con eso me regaló familias en muchos lugares de Corrientes, de Argentina y de otros países. Porque gracias a este arte tuve y tengo la suerte de recorrer muchos pueblos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Perú pintando. Y me siento bendecida de esta posibilidad. Es un honor para mí cada vez que me toca compartir con hermanos de otras tierras, de aprender de su cultura, de sus tradiciones, de sus valores”.
En ese marco, resaltó: “Para mí la vida es un aprendizaje constante y el viaje lo siento como un potenciador de experiencias y aprendizajes. Siempre hay algo dentro mío que llama a viajar, por suerte el mural es camino y destino a la vez; es la puerta que me permite entrar a otros territorios. Trato de ser siempre respetuosa con eso cada vez que tengo la suerte de pintar fuera de casa y de ser canal de lo que pude absorber y los mensajes que siento que son necesarios expresar en cada mural”.
Sobre la importancia de sus obras
Respecto a sus obras y dijo: “No sé si hay alguna obra en particular que me haya marcado, pero si los murales que más disfrute hacer o los que más repercuten en mí son los murales participativos, los que tienen una causa y nosotros como trabajadores del arte le podemos dar voz y apoyar”, y a la vez recordó que “me tocó pintar en escenarios muy duros, como por ejemplo en un refugio para mujeres víctimas de Trata en Perú o pintar a las víctimas de una protesta de campesinos en Bolivia. Y esa es una realidad que muchas veces no queremos mirar, pero pasa y en algún punto somos parte.
“Esas son las experiencias que me despiertan y me hacen querer seguir en este camino y tener un pensamiento crítico en la política, en la sociedad e intentar desde mi labor hacer una parte”, expresó Silvina.
En este camino de la pintura, la artista reconoció que “todavía estoy aprendiendo que es ser muralista, pero por suerte tengo a mi alrededor personas que se dedican a esto hace muchos años, antes que yo y también amigos que arrancamos juntos, los que tuvieron mucha generosidad para mostrarme el camino, para enseñarme que el arte público tiene un sentido profundo que va más allá de lo bello de las imágenes y de intervenir el espacio público, sino se trata de crear en comunidad, desde ella y para ella”, reflexionó la artista correntina.
Por último, pidió a las nuevas generaciones de artistas que “que se escuchen internamente, que confíen en su sentir y que el arte es un camino de sanación lleno de desafíos a veces duros, pero que cuando se comparte y se usa para crear conciencia nos regala tesoros hermosos”.
La artista correntina Silvina Esquivel actualmente se encuentra recorriendo Latinoamérica pintando y estudiando. En este momento está viviendo en el norte de Chile. Cabe mencionar que la artista estudió y se perfeccionó en Artes en el Instituto Josefina Conte de la ciudad de Corrientes.