Perfiles Urbanos
Lo dejaron los incendios del 2022

Elvira, la productora que logró renacer de las cenizas y rearmar su emprendimiento familiar

Elvira junto a su esposo Javier en la Estancia Don Coco en Mercedes.
La reconstrucción de la Estancia después de las llamas del devastador incendio del 2022.
El renacer del fuego.
El tambo de la Estancia Don Coco.
El campo donde Elvira lleva 25 años produciendo quesos y dulces regionales en Mercedes.

Los devastadores incendios que arrasaron miles de hectáreas de campos en la provincia de Corrientes en el año 2022 dejaron serias secuelas en distintos puntos de la geografía provincial.

La estancia Don Coco ubicada sobre la Ruta nacional 123 en el kilómetro 116, departamento de Mercedes, fue una de ellas, quedó totalmente destruida por las llamas en febrero de ese año. María Elvira Usandizaga y Javier Panozzo, propietarios del emprendimiento familiar desde hacía 25 años. En ese entonces perdieron sus animales y plantaciones con los que elaboraban productos regionales y las llamas llegaron a dos metros de su casa; que la salvaron gracias al auxilio de los vecinos. Luego de eso, con esfuerzo familiar, con la ayuda de toda la comunidad mercedeña y la recolección de frutos de monte encontraron la manera de rearmar la empresa familiar y renacer de las cenizas que dejaron los incendios. En la actualidad es una de las empresas más importantes de Mercedes.

En medio del infortunio, en los últimos dos años lograron recuperar parte de la producción perdida y avanzar, a pesar de los obstáculos que debieron sortear en todo el trayecto para recuperar el emprendimiento que es y fue siempre el sostén familiar. En diálogo con la Sección de Perfiles Urbanos de NOVA, la productora de quesos y dulces regionales de la ciudad de Mercedes, María Elvira Usandizaga, comentó los avatares que padecieron tras el incendio de la Estancia Don Coco, las secuelas que quedaron y cómo lograron salir adelante con la empresa familiar. “Con los incendios perdimos el 88 por ciento del establecimiento, perdimos pasturas galpones, nos quedamos sin nada, solo nos quedó la casa. En ese entonces los pocos ahorros que teníamos tuvimos que alambrar todo y comenzar a reconstruir de a poco el lugar, más allá de que aún quedan secuelas. Mi hija en ese momento tenía un criadero de conejos y de tunas, pero el fuego arrasó con todo”. Elvira contó que “Nosotros veníamos trabajando en conjunto con los bomberos para ayudar a las familias que estaban padeciendo los incendios y ya veníamos con miedo que llegue a la Estancia y no podíamos dormir. Ese día que nos llegó el fuego justo fuimos a la ciudad de Mercedes, donde tenemos una sucursal, y ahí nos avisaron que inició el foco de incendio a 50 km de la Estancia en el fondo a un campo del INTA”.

“Cuanto volvimos el establecimiento ya era todo humo, el fuego llegó y todo fue incierto, nos invadió la angustia y una sensación espantosa, entramos al jardín del establecimiento y veíamos el fuego de manera circular. Y ahí prendimos el grupo electrógeno y empezamos a tirar agua. Fue muy triste ver como el fuego destruyó nuestro trabajo de más de 24 años”, relató entre lágrimas Elvira, quien luego de lo sucedido, ante la angustia y la desazón a causa de las perdidas, padeció un ACV. Aunque a pesar de todo logró salir adelante y en la actualidad se encuentra bien de salud, gracias al apoyo de la familia.

“En ese momento de desesperación mi hija de 10 años pidió ayuda en las redes sociales, ella puso “ayúdenme” y la solidaridad de la gente fue inmediata, la comunidad empezó a venir en moto con botellas para socorrernos. Los bomberos en ese momento no daban abasto, estaban superados porque no éramos los únicos. El fuego llegó a las 20.30 aproximadamente y duró casi 12 horas, hasta las 8 horas del otro día, luchamos toda la noche para poder apagarlo. Era desesperante”, relató la productora a NOVA.

Elvira conto que “después de los incendios lo que hicimos con mi marido y mis cuatro hijos fue empezar a comprar pasto para los animales. Éramos muchos los afectados y la ayuda oficial solo llegaba a los pequeños productores, nosotros somos una Pyme, estamos entre los intermedios. Pero salimos adelante con nuestros propios medios. Los incendios fueron en febrero del 2022, y hasta ahora seguimos con potreros sin poder cerrar, tenemos secuelas, por suerte las lecheras no se quemaron ninguna, pero todo fue un receso”.

Cabe mencionar que en el Establecimiento Don Coco son productores de su propia materia prima, elaboraban mermeladas, dulces en almíbar, tenían plantaciones de mamón, de cítricos, pero todo eso se perdió con los incendios. Pero Elvira contó: “Tuvimos que reinventarnos, buscar otras opciones, yo a los 50 años no voy a salir plantar, y con mi marido nos pusimos a trabajar con productores de otras localidades como Tatacuá, Desmochado, Saladas, Bella Vista y así trabajamos en conjunto para poder tener algo de la producción que veníamos haciendo y vendiendo en la región. Gracias a Dios tenemos la capacidad de seguir adelante. Hoy en día el establecimiento produce leche, pero todo lo que es frutas traemos de otro lado”, conto la productora mercedeña.

El campo Elvira lo heredó de su padre, donde había una chacra que abastecía a la familia, al contraer nupcias con Javier, el también heredó otro campo de 10 hectáreas, donde estaba el tambo, y los dos tenían un trabajo alternativo que siempre les permitió mantener con lo regional que producían a sus hijos.

Decepción y miedo

Al ser consultada si recibieron apoyo del estado provincial para reconstruir su Establecimiento, la productora expreso: “Sentí mucha decepción y mucha desilusión porque eran todos intencionales los incendios. Tuvimos 24 años de trabajo y ver como renacer de nuevo de otra manera, en un momento nos sentimos usado frente a la desgracia, porque hubo mucha promoción de ayuda oficial, pero a nosotros no nos llegó nada, sin embargo, otros productores usaban nuestro nombre para obtener réditos personales”, recordó.

Ante el temor de nuevos focos de incendios en la zona, a raíz de la intensa sequía y la escasez de lluvias, Elvira conto que ya tienen un plan alternativo para resguardar su producción. “Este año el papa de Javier le cedió el campo familiar para que lo administre y llevamos ahí las vacas preñadas, crías de terneros, acá solo quedaron las lecheras. Tenemos un plan B. Pero rogamos que no nos pase nada, porque ya estamos con miedo. Porque los incendios de hace dos años eran intencionales, los vecinos prendían fuego, para tener beneficios, y recibían los beneficios del Estado”, mencionó.

En la actualidad el Establecimiento Don Coco volvió a renacer de entre las cenizas y la apuesta familiar hoy sigue más firme que nunca. Elvira y Javier no bajan los brazos, con su arduo trabajo mancomunadamente con otros productores de la zona, lograron posicionar nuevamente a la empresa familiar como una de las más importantes del Departamento de Mercedes.

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