Perfiles Urbanos
Exclusivo de NOVA

Ailén y su arte de transmitir sentimientos a través de sus imponentes murales

Desde pequeña le gustó la pintura, y en la actualidad sus obras son muy celebradas.
Mas obras de la joven artista breñense, radicada en Corrientes.
Ailén pintando el mural “La Niña del Vale Sagrado”, en Cusco, Perú en 2023.
Mural “La Piedad” realizado en el Mercado de Frutas y Verduras, en Corrientes.
Muestra de sus obras en el Espacio Mariño, en Corrientes Capital.

Ailen Carolina Navarro es una joven artista plástica, oriunda de Las Breñas, Chaco; pero desde el año 2015 vino a estudiar a Corrientes y desde ese tiempo vive en la provincia, donde terminó sus estudios vinculados a las Artes Visuales.

En la actualidad llega a toda la región con sus imponentes murales, dejando huellas en cada lugar donde va. La joven artista, identificada con el nombre artístico de Ailén Chaco, va plasmando sus obras de arte en diferentes puntos del país y de Latinoamérica; ya que participó de diversos encuentros de muralistas en Bolivia, Perú y Ecuador, dejando su impronta artística en cada paso que da.

Ailén es una joven local que ha estudiado intensamente para poder desde su Arte, demostrar como transmitir diferentes sentimientos: la felicidad, el amor, y por sobre todas las cosas la solidaridad con los demás, en su contacto con las diferentes comunidades que visita, con su arte callejero pintado en la pared de los rincones donde visita.

En diálogo con la sección de Perfiles Urbanos, la joven artista de 27 años contó como se inició en el arte del muralismo y cómo transita sus días trabajando de lo que la apasiona. “Me dedique al arte, porque creo que me gusto desde siempre. Cuando tenía 9 años comencé a ir a un taller de dibujo.

Siempre fui una criatura que me gustaba mucho dibujar. En las tardes, recuerdo que solía sentarme en un escritorio que tenía mi familia y dibujaba mucho tiempo. Tenía muchos cuadernos y lápices de colores, y cuando empecé el taller conocí más materiales, pero es algo que siempre me gusto”.

A modo de anécdota recordó: “mi mamá cuando yo era pequeña y me iba mal en la escuela me decía: necesito que andes bien en la escuela o si no vas a dejar de ir a dibujo. Era como algo muy importante para mi entonces lo usaban de palanca para el resto de mi educación”, relato.

En cuanto a sus comienzos en el muralismo recordó: “Me dedico al muralismo desde el año 2018, mi primer mural lo hice ese año al salir del instituto Josefina Conte. Porque teníamos una materia en la carrera de la tecnicatura de Artes visuales, que se llamaba Muralismo y Arte Público y ese fue mi primer mural individual. Desde ahí arrancó un camino bastante largo, pintando muchísimo”.

Ailén, además de hacer murales, también se dedica a enseñar su arte, pero contó que “el último año enseñe en un colegio. Pero actualmente renuncié a la escuela, porque decidí viajar, doy talleres. Este año di uno en vacaciones y ahora este mes voy a dar otro en Chaco. Me gusta el formato taller, porque me permite viajar. Y programo dos o tres talleres al año, para mantenerme en contacto con la docencia, pero no desde el punto de vista del sistema, porque me gusta viajar. Y tengo el privilegio de dedicarme al muralismo más de lleno”, relato la joven artista.

La ruta de los murales

En cuanto a sus viajes, Ailén manifestó que “el año pasado tuve la suerte de compartir un viaje con mi compañera Lucy, y nos fuimos a Bolivia, Perú y Ecuador, anduvimos por los tres países pintando murales. Esa experiencia fue una belleza, porque no solo fue conocer lugares, sino que fue de la mano del muralismo.

Los murales fueron la forma de hacer la ruta. Tanto haciendo voluntariado porque viajamos con mochila, y en otros encuentros de murales con obras más grandes que se pueden ver en mis redes sociales.

Son trabajos de la línea artística que vengo trabajando. Uno cuando viaja tiene que hacer a veces diferentes cosas para solventar el viaje, cuando estamos mucho tiempo, en este caso fue un viaje de 6 meses, entonces pintábamos en lugares, como trabajo, para tener nuestros alimentos y hospedaje. Los murales nos van creando el camino”, comento la joven artista plastica.

“El tema de traspasar fronteras me parece una belleza, porque podés dejar la marca en lugares que ni siquiera hubiera pensado que conocería, es impresionante, es un orgullo, y sobre todo el mural lo que diferencia de otro tipo de arte es la comunidad que se genera alrededor de eso, por ejemplo, con la gente con la que se comparte, como con los artistas que tenes la fortuna de cruzarte. Porque los encuentros de murales permiten que uno conozca a otros artistas y aprenda también en la calle con los artistas que están pintando al lado”, enfatizó en cuanto a lo que implica la experiencia de traspasar fronteras con sus obras de arte.

La obra que le marcó su carrera

La joven artista comento que no lleva la cuenta de cuantas pinturas lleva realizadas en todo este camino del muralismo. Pero recordó que tiene unas 38 pinturas subidas a su cuenta oficial de Instagram. Aunque confeso que son más, pero no lleva la cuenta.

La joven además realiza muestras con sus imponentes pinturas en el Espacio Mariño, en la capital correntina. Empero conto cuál fue la obra que marcó un antes y un después en su carrera artística.

“Todas las obras son importantes porque cada una lleva su propia historia, pero una de mis preferidas, que es un poco viejita pero especial, es la que se ubica en el Mercado de Frutas y Verduras, por la calle Pio XII, entre Lavalle y la Ex Via, en Corrientes. Porque fue una obra que marcó un antes y un después en mi forma de pintar y en el uso de imágenes para comunicar ideas. Fue unas de las que fue hecha con una temática especial y trabajada desde una mayor conciencia de la figura y el entorno”, recordó.

En cuanto a las ideas que expresan los murales que realiza en la región, Ailén comentó que: “siempre tienen una línea en común, diría que es el desarrollo de la mujer, de lo educativo y la naturaleza. Puede ser una temática muy general, pero a la vez específica, porque en lo que es naturaleza suelo representar especies o rasgos de personas. En algunos casos utilizo rostros de los lugares. Saco fotos de la comunidad y utilizo rostros para realzar aspectos de la cultura. En lo educativo es poner imagen en el mural que sea llamativa para el espectador. Trato de poner símbolos. Pero lo importante es pensar donde va a ser emplazo el mural. La imagen la voy componiendo en base a la historia y cultura de cada lugar”, expresó.

Por último, Ailén dejó un mensaje para las nuevas generaciones que quieren incursionar en el arte muralista: “Les aconsejo que se animen a lanzarse a la pared, al gran formato y a lanzarse a la calle, a lo público. Que procuren encontrar eventos, encontrar personas que hagan lo mismo. Se aprende haciendo y conociendo, y se genera una red enorme de artistas y muralistas que ya vienen trabajando en esto. Y que pueden ayudar al crecimiento de otros".

"Yo en particular comencé con mi grupo de amigos pintando y aprendiendo de otros y nos íbamos apoyando entre todos. Así es como empezamos con el mural. Uno deja un regalo en la calle, pero los verdaderos tesoritos te lo llevas vos. El tema es animarse a los desafíos que te trae trabajar en la vía pública”, cerro Ailén.

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