Las mil vueltas, provoco malestar en toda la comunidad que usa el transporte público. Ya que atentos a un paro, el servicio fue normal esa mañana del jueves. Los representantes de los trabajadores del volante y de las empresas tuvieron dos reuniones durante esa jornada y, tras fracasar la negociación por la tarde, los choferes continuaron con el paro anunciado.

De esta manera durante varias horas la ciudad se quedó sin colectivos, pero sorpresivamente la situación volvió a cambiar cerca de las 22. Ante el desconcierto total de los usuarios, el gremio comunicó que hubo un compromiso de las empresas de asumir la recomposición salarial reclamada, elevando el salario a 1.060.000 pesos.

Lo curioso de toda esta situación, que ya no es novedad en Corrientes, es que desde el año pasado el gremio utiliza esta estrategia de presión hacia los empresarios para conseguir aumentos salariales, tomando como rehenes a los pasajeros. Y la semana pasada, el empresariado local había advertido que no le daban los números para avanzar con el pedido de los choferes.

Como ocurre siempre que hay una demanda salarial, la Cetuc comandada por el representante de Ersa, Gustavo Larrea, señaló la semana pasada la incapacidad de las empresas para hacer frente a la solicitud del gremio. Por lo que volvieron a la carga para una nueva actualización tarifaria. Es por ello, que acercaron un estudio de costos al Sistema Integrado de Movilidad Urbana (SIMU) que le dio como resultado un boleto a 1.700 pesos. Lo que significaría el sexto incremento en un año. La pregunta del millón es ahora ¿Otra vez el usuario tendrá que absorber el costo del aumento otorgados finalmente a los choferes, después del último acuerdo?

Nunca se sabrá eso con exactitud. Pero mientras tanto, en el acta acuerdo firmado el jueves, desde el gremio expresaron que decidieron suspender la medida de fuerza "con el solo efecto de mantener la paz social, evitando medidas de fuerza que afecten a los usuarios del sistema".

En tanto, las firmas de transporte señalaron que asumirán el pago correspondiente "siempre que cuenten con los aportes y/o recursos necesarios, mediante tarifa o compensaciones, establecidos por la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes y el Estado provincial".

Por su parte, el intendente de la ciudad, Eduardo Tassano, dijo este viernes que “los gobiernos, empresarios y choferes tenemos que gestionar juntos esta crisis. No podemos pedir salarios exorbitantes, un boleto que haga que la gente no pueda acceder al servicio”. Por ello, se están analizando alternativas, pero “lo primero es el vecino, hay un porcentaje de la gente para los que es un servicio esencial”.

En cuanto a la posibilidad de que el boleto sufra otro aumento, ya que los empresarios pidieron un boleto a 1.680 pesos, Tassano refirió: “Me hago responsable, no hay ningún ánimo de hacer eso”, afirmó el intendente, además de referirse a las gratuidades otorgadas. “Se está evaluando, el número no es tan importante, pero se está analizando”, dijo.

Suba en puerta

La Cámara de Empresarios del Transporte Urbano de Corrientes (Cetuc) ya trabaja en un nuevo aumento del boleto de colectivo. A lo que le agregaron la solicitud de limitar las gratuidades que existen actualmente en el sistema de transporte público en la ciudad de Corrientes.

Las exigencias empresariales se dan en el contexto de un conflicto con la Unión Tranviarios Automotor (UTA), por el reclamo del sindicato para que se aplique país la nueva tabla salarial que se acordó a nivel nacional y que eleva el salario de los chóferes a poco más de 1.000.000 de pesos.

Así es que acercaron un estudio de costos al Sistema Integrado de Movilidad Urbana (SIMU) que le dio como resultado un boleto a 1.700 pesos. Lo que significaría el sexto incremento en un año.

Cabe recordar que, en agosto del 2023, el boleto costaba 96.50 pesos y saltó en septiembre a 170 pesos y en noviembre a 200 pesos. En febrero de este año, subió a 590 pesos, en abril a 690 y, finalmente, en abril a los actuales 990 pesos.