Información General
Protocolo revolucionario

Avance científico: un centro universitario de la provincia extiende la vida de serpientes para obtener un antídoto

El Centro Interactivo de Serpientes Venenosas de Argentina (Cisva) trabajó con 47 serpientes de distintas especies, entre ellas la yarará.

En un esfuerzo innovador de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), se ha implementado un revolucionario protocolo que ha prolongado la vida de serpientes venenosas, fundamentales para la producción de un vital suero antiofídico.

El Centro Interactivo de Serpientes Venenosas de Argentina (Cisva), radicado en la UNNE, ha sido el epicentro de estas investigaciones, conviviendo con 47 serpientes de distintas especies, entre ellas la yarará. Estos reptiles, que por diversas razones no pueden ser liberados al hábitat natural, han enfrentado históricamente altas tasas de mortalidad, con cifras que alarmaban a los expertos.

La doctora María Lucía Bustos, líder del proyecto y próxima doctora en Ciencias Veterinarias, señaló que antes de la implementación del protocolo, aproximadamente la mitad de las serpientes morían anualmente en el Cisva. Sin embargo, con la adopción de medidas como el control de temperatura, ampliación de recintos, y cambios en la alimentación, esta cifra se redujo drásticamente.

El protocolo también aborda aspectos cruciales como la cuarentena de serpientes recién llegadas, optimización de la higiene y desinfección, y la implementación de equipos de sujeción más seguros, minimizando el riesgo de accidentes durante el manejo.

Bustos destacó la importancia de comprender más allá del veneno, considerando factores como la influencia de parásitos y condiciones ambientales en la producción de veneno de calidad. El equipo de investigación, compuesto también por las doctoras Silvana Maruñak y Pamela Teibler, la licenciada Karen González y estudiantes avanzados de Ciencias Veterinarias, subrayó la necesidad de un enfoque integral en el estudio de estos animales.

En paralelo, otro centro en Corrientes, el Centro de Producción de Suero Antiofídico (Cepsan), se dedica a recolectar veneno para su transformación en el antídoto final, el cual es distribuido prioritariamente en regiones con mayor incidencia de accidentes con serpientes venenosas del norte argentino.

Finalmente, el Gobierno de Corrientes, a través de su Ministerio de Salud Pública, coordina la distribución de estos antídotos en función de la prevalencia de accidentes en distintas localidades, asegurando una respuesta efectiva y oportuna ante emergencias.

Lectores: 405

Envianos tu comentario