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Especial para NOVA

Surubíes enamorados en Itaibate

El pasado miércoles 18 partieron hacia la ciudad correntina un contingente de chacabuquenses para una gran jornada de pesca.

Por Luis Ventimiglia, pescador apasionado, especial para NOVA

El pasado miércoles 18 partieron hacia la ciudad correntina un contingente de chacabuquenses integrado por Aldo Nicola y su sobrino José, Diego y Ezequiel Naya, tras el llamado del veterano guía de ese lugar: Oscar Maciel (contacto: 3781482388).

El grupo llegó el mismo miércoles por la tarde y luego de descansar, se embarcaron en dos lanchas junto a otro guía muy conocido de la zona: Arturo "Tito" Danchuk (teléfono: 3794699632).

A las 6:30 de la mañana ya estaban haciendo trolling en las piedras del lugar, se inclinaron por esta modalidad por lo crecido que estaba el río. Ni bien comenzaron, José logró el primer cachorrito de unos cinco kilos y, en la segunda pasada por las piedras, luego de haber devuelto el pequeñín, Aldo sintió como que le sacaban la caña de la mano y anticipó: “este es grande”.

Luego de tres clavadas, Oscar empezó a seguir al cachorro. Con Aldo tratando de subirlo a la superficie, luego de unos 20 minutos de lucha, el gigante aparece irrumpiendo sobre el agua, pero para sorpresa de todos: no estaba solo.

Cinco cachorros más chicos lo cortejaban para aparearse. Los asombrados pescadores sacaron fotos e hicieron video (el cual se viralizó de inmediato) del momento, acercaron el surubí a la embarcación y los otros seguían en todo momento allí, a tal punto que nos relata Aldo que, de haber querido, podrían haberlos agarrado con la mano.

Luego de unas fotos y como estaban muy cerca de la orilla, se acercaron para hacer la correcta devolución, logrando así la segunda gran alegría del día.

Cuenta Oscar, de 80 años y con miles de salidas de pesca en su haber, nunca haber presenciado algo así. Alguna vez, si una pareja de esa especie cortejándose, pero nunca un grupo tan grandes de pretendientes. Calculan el peso del gigante en 50 kilogramos.

Luego de seguir troleando y de lograr varios dorados de entre tres y cuatro kilos y de sentir que ya el viaje con lo vivido esa mañana había valido la pena, almorzaron en la costa y descansaron un rato, para luego, a eso de las 17, volver a entrar a intentarlo de nuevo.

Aldo, quien en este viaje parecía estar tocado por la varita mágica, clavó otro cachorro de unos 30 kilos, el cual dio una pelea tal vez más grande que el primero, foto y devolución.

En la otra lancha, Diego, por su parte, clavaba un cachorro que acusó 12 kilos.

El día viernes, luego de un merecido descanso, se sumó al grupo el guía David Nuñez.

Nuevamente, el inspirado Aldo acusa un pique en su caña y clava otro cachorro de unos 45 kilos, haciendo de este el viaje soñado por cualquier pescador, foto y devolución como corresponde.

En este día lograron una docena de dorados un poco más grandes que el día anterior, entre cuatro y seis kilos .

El sábado amaneció lloviendo así que se dedicaron a descansar, y a eso de las 16 que paró un poco, volvieron a meterse a ver si la suerte seguía del lado del grupo.

Luego de un par de doradillos, esta vez Diego Naya clava un cachorro importante, que luego de unos 15 minutos de intensa lucha pudo subir a la embarcación y que calculan pesaría 30 kilogramos.

Al terminar el sábado, según lo planeado tendrían que prepararse para regresar, pero luego de conversar entre ellos decidieron alargar un día más la pesca porque nunca habían vivido algo semejante.

El domingo el río había cambiado. Amaneció lleno de algas, lo que imposibilitaba hacer trolling. Lo intentaron varias veces pero los señuelos, a los cinco minutos de lanzarlos, se llenaban de las molestas plantas impidiendo su correcto funcionamiento.

En ese sentido, el guía sugirió ir por los pacúes. Luego de lograr tres o cuatro de esta especie y de clavar un par de doradillos, decidieron dar por finalizado el viaje y emprender el largo regreso a Chacabuco.

Un viaje soñado por todo pescador, muy buenos cachorros, mucho dorado chico, algunos pacúes… Más no se puede pedir.

Abrazo pescador.

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